Poesía
Tengo un amante y es todo fuera de lo común.
Al que le embauque la ola, que se lo devore el océano.
Solía preguntarme las consecuencias funestas.
De por qué nadie atendía el dolor ajeno.
La inseguridad colectiva.
El uso excesivo desdeñoso en conjunto.
¿Por qué la población me hostigaba?
Por qué me sentía bastante extraña.
Cada vez que provocaba tonos irónicos.
En plena cena coloquial.
Por qué ningún alma atinó.
A expresarle aquel afecto.
Que el niño adoptado merecía.
O por qué aquellas rosas azules.
Hicieron palpitar fuertemente mi pulso.
Con la visualización y rauda meditación.
Por qué sonreía a medias.
Si estaba tan enamorada.
O eso creía.
En mi inocente habla emocional.
Yo estoy enamorada.
De eso estoy segura.
Nadie podría contradecirme.
Que el sol emerge al amanecer.
Y se oculta de la belleza lunar,
porque le es indiferente.
Porque así es la ley natural.
Yo estoy enamorada.
De eso estoy segura.
Y los cafés matutinos.
Solo ellos saben las variadas veces.
Que te busqué encontrándote.
En plena espera.
Sin penumbra, acólito.
LA DONNA BOHÉMIEN 